Tic,Tac (relato)
Todo mundo en aquella hacienda se muestra muy asustada por el señor que habita esa casa tan tenebrosa ya que desde aquellos ruidos que hay cada noche esos gritos tan espeluznantes no se encuentran muy serenos, el señor Ernesto esta loco dicen todos Pero la señora que cuidaba a Ernesto comentaba que cada noche a las 12:00 PM pasaban cosas extrañas en esa casa.
Ah,ah eran los gritos del señor Ernesto este es un ruido infernal cuando se llega la media noche es mi muerte, es un ruido infernal ese tic tac tic tac es un aparato que mide mi vida.
Mi vida ha cambiado desde que encontré ese diminuto aparato que para cualquiera puede ser algo insignificante pero para mi no es insignificante todas las noches me acuesto con mucho terror, ¿por qué tuve que encontrar ese maldito aparato?.
Cada vez que llega la media noche ese animal moustroso que sale de ese aparato inexplicablemente se roba poco a poco lo que mas aprecio en el mundo.
Todo mundo cree que yo estoy loco pero no, no es así yo solo digo la verdad ese aparato infernal roba algo muy preciado para nosotros.
¿Por qué a mi señor?¿Por qué?, nadie en esta hacienda me cree que de ese aparato sale algo moustroso que me hace desesperar no se que hacer creo que de ahora en adelante no dormiré y estaré pendiente que de ese aparato no salga nada extraño Maria, Maria (persona que cuida a el Señor Ernesto) tráeme un martillo, gas y unos fósforos, voy a destruir ese aparato que destruye mi vida.
Esa misma noche el Señor Ernesto no durmió y a la hora exacta el sabia que sucedería fue corriendo el tiempo mas y mas y el preparado con sus armas y con un silencioso ruido el ruido desquiciante que a el Señor Ernesto le desesperaba tanto y de repente salio el moustro que tanto agobiaba al señor Ernesto que con su sonido lo mataba ya era el tiempo que el Señor Ernesto Dejara de sufrir pues el diminuto aparato le robo la vida.
Pues el Señor Ernesto en verdad no estaba loco solo tenia miedo, miedo a ese diminuto aparato que hacia tic, tac, tic, tac que era el reloj que media el tiempo, el tiempo de su vida que en realidad fue un poco corta ya que se la robó, pues ahora es mi turno que ese tic, tac, robe mi vida la vida en que tanto tiempo le serví a don Ernesto y no creí de ese aparato infernal, ese reloj que mide ahora mi vida.
Ah,ah eran los gritos del señor Ernesto este es un ruido infernal cuando se llega la media noche es mi muerte, es un ruido infernal ese tic tac tic tac es un aparato que mide mi vida.
Mi vida ha cambiado desde que encontré ese diminuto aparato que para cualquiera puede ser algo insignificante pero para mi no es insignificante todas las noches me acuesto con mucho terror, ¿por qué tuve que encontrar ese maldito aparato?.
Cada vez que llega la media noche ese animal moustroso que sale de ese aparato inexplicablemente se roba poco a poco lo que mas aprecio en el mundo.
Todo mundo cree que yo estoy loco pero no, no es así yo solo digo la verdad ese aparato infernal roba algo muy preciado para nosotros.
¿Por qué a mi señor?¿Por qué?, nadie en esta hacienda me cree que de ese aparato sale algo moustroso que me hace desesperar no se que hacer creo que de ahora en adelante no dormiré y estaré pendiente que de ese aparato no salga nada extraño Maria, Maria (persona que cuida a el Señor Ernesto) tráeme un martillo, gas y unos fósforos, voy a destruir ese aparato que destruye mi vida.
Esa misma noche el Señor Ernesto no durmió y a la hora exacta el sabia que sucedería fue corriendo el tiempo mas y mas y el preparado con sus armas y con un silencioso ruido el ruido desquiciante que a el Señor Ernesto le desesperaba tanto y de repente salio el moustro que tanto agobiaba al señor Ernesto que con su sonido lo mataba ya era el tiempo que el Señor Ernesto Dejara de sufrir pues el diminuto aparato le robo la vida.
Pues el Señor Ernesto en verdad no estaba loco solo tenia miedo, miedo a ese diminuto aparato que hacia tic, tac, tic, tac que era el reloj que media el tiempo, el tiempo de su vida que en realidad fue un poco corta ya que se la robó, pues ahora es mi turno que ese tic, tac, robe mi vida la vida en que tanto tiempo le serví a don Ernesto y no creí de ese aparato infernal, ese reloj que mide ahora mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario